2012-14-3-2

Editorial

Universidad de Ciencias Médicas. Sancti Spíritus.

Violencia intrafamiliar. Nexos entre la medicina y el derecho.

Interfamily violence. Links between medicine and law.

Lic. Edith Manso Machado1

Licenciada en Derecho. Especialista en Asesoría Jurídica. Profesor Asistente Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus. Cuba.1 edithmm@ucm.ssp.sld.cu

Con el devenir histórico de la sociedad, e independientemente de los enfoques teóricos relacionados con los seres humanos, se ha aceptado en las diferentes formaciones económico-sociales la familia como célula fundamental de la sociedad, a la cual le corresponde el cumplimiento de responsabilidades y funciones tanto en la educación como en la formación de sus miembros. De igual manera la violencia intrafamiliar es un fenómeno que existe desde las civilizaciones más antiguas, cuyos prejuicios e intereses desembocaron en la subcultura del sometimiento de la mujer e hijos a la voluntad y caprichos del paterfamilias; por consiguiente es una problemática de carácter internacional, de la que difícilmente quedan exoneradas sociedades concretas.
Es innegable que en Cuba este fenómeno coexiste y que en los últimos años ha mostrado una tendencia al crecimiento lo que resulta preocupante por su trascendencia y consecuencias negativas.
Es oportuno este 10 de diciembre del año 2012 al cumplirse el 62 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos ratificar el nexo de los profesionales de las ciencias médicas con la gestión permanente del respeto a estos derechos inherentes a los seres humanos, los que en Cuba están amparados jurídicamente en la Constitución como ley suprema del Estado y que se precisan en los siguientes enunciados:

  • Todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y están sujetos a iguales deberes.
  • La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquiera otra lesiva a la dignidad humana está proscrita y es sancionada por la ley.
  • Las instituciones del Estado educan a todos, desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos.
  • La mujer y el hombre gozan de iguales derechos en lo económico, político, cultural, social y familiar.

Contrario a ello con angustia percibimos y hasta conocemos que tras las verjas de muchos hogares nacen, se desarrollan y conviven actos violentos, que se han conceptualizado como violencia intrafamiliar, interpretada como: “toda acción u omisión cometida en el seno de la familia por uno o varios de sus miembros, que de forma permanente, ocasiona daño físico, psicológico o sexual a otros de sus miembros, que menoscaba su integridad y cause un serio daño a su personalidad o a la estabilidad familiar”, a esta se añaden las repercusiones que causan hacia el exterior; entre las que se encuentran la desintegración de los valores sociales e individuales, la disolución del núcleo familiar y el incremento de la delincuencia.
En la provincia de Sancti Spíritus la problemática de la violencia intrafamiliar, independientemente de las acciones para su prevención y enfrentamiento, no se ha logrado su efectiva profilaxis. Se reportan delitos de amenazas, lesiones y asesinato de notable connotación y graves consecuencias, y entre los implicados o sea, acusado y víctima, existen vínculos de parentesco, que pueden ser considerados por tanto los más graves episodios de violencia intrafamiliar. Tal problemática demanda incrementar la intersectorialidad, y de manera específica garantizar que las estrategias diseñadas en las cuales participan los profesionales de las ciencias médicas, vinculados al tema, definan dentro de sus objetivos la evaluación del impacto que ha tenido su accionar en el proceso de transformación de los escenarios actuales.
La convocatoria va intencionada a que los profesionales de la salud, utilizando como referente los mencionados fundamentos legales, actúen de manera integradora según las funciones y acciones que ejecutan con las personas en lo individual, las familias en lo particular y las comunidades en lo general, en la prevención y disminución de la violencia intrafamiliar.
Urge arrancar de nuestro pensamiento las ideas obsoletas aparejadas a la violencia, las que se traducen en ocasiones que es preferible no inmiscuirnos en problemas ajenos, no intervenir en áreas que pertenecen al ámbito privado “pues se viola el derecho a la privacidad”, o el miedo de las víctimas a quedar desamparados al separarse o al denunciar al cónyuge agresor, así como otros tabúes, los que hacen difícil atender y resolver este problema como fenómeno social y jurídico.
Deviene la necesidad de ejecutar con mayor intencionalidad las acciones que el Sistema Nacional de Salud Pública cubano ha definido sobre este tema en la estrategia de la Atención Primaria y en el Plan del Médico y la Enfermera de la Familia.
Estas estrategias responden a los principios que sustentaron la Declaración de Alma Ata al definir que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad, es un derecho humano fundamental y que la consecución del nivel de salud más alto posible es un objetivo social prioritario en todo el mundo, cuya realización requiere la acción de muchos otros sectores sociales y económicos.
El cumplimiento ético y sistemático de los principios que sustentan la salud pública en Cuba exige la promoción de soluciones más amplias y duraderas para solucionar el problema de la violencia.
Por excelencia las acciones que ejecutan los médicos de la familia deben estar destinadas a identificar los problemas sociales que afecten a las mismas y a la comunidad, con especial atención a la violencia intrafamiliar, que se encuentra implícita en su actuar.
Como expertos en medicina y líderes de la comunidad es preciso que se logre con su desempeño, comprender que no se trata de aprender a vivir con la violencia, sino de percibirla como un fenómeno controlable y transformable, que trasciende a la ciencia para poder abordarla desde la intersectorialidad.
Potenciemos con nuestro desempeño profesional la cultura de respeto y comprensión hacia la pareja, la familia, para derrumbar los mitos y prejuicios de la subcultura machista.
Procedamos de manera integradora en la protección de los bienes jurídicos tan preciados y vinculados socialmente con la persona y su desarrollo como: la vida, la salud, la integridad, la libertad, la seguridad.

Actuemos denodadamente para que las generaciones futuras logren convivir en familia con la capacidad y habilidad de resolver conflictos sin recurrir a la violencia, asegurando así su salud, bienestar, calidad de vida y con ello que los seres humanos utilicen su razón y su libertad para construir un mundo mejor.

Palabras clave: violencia, familia, derechos, atención primaria de salud


With the society historical coming and apart from the theoretical approaches related to human beings, the family has been accepted in the different socio economical formations as a fundamental cell of society to which the fulfillment of some functions and responsibilities appertain to not only in education but in the members formations as well. In the same way, interfamily violence in a phenomenon which exists since ancient civilizations whose prejudices and interest flowed in the subculture of putting women and children to the will and whims of paterfamilias; therefore, it is a problem of international character from which it is difficult to rule out some concrete societies.
It is undeniable that the phenomenon coexists and that in the last few years it has shown a tendency to grow resulting in a preoccupation for its implications and negative consequences.
It is timely for this December 10, 2012, after the 62 Anniversary of the Declaration of Human Rights to endorse the link of professionals of medical sciences with a permanent management in respect to these rights inherent to human beings who in Cuba are legally held up by the Constitution as a supreme act of the state where it declares the following headings:

  • All citizens enjoy the same rights and are subject to the same duties.
  • Discrimination due to race, skin color, sex, national origin, religious beliefs, or any other harmful to human dignity proscribed is punished by law.
  • The state facilities educate everybody since early ages under the principle of equality of human beings.
  • Man and woman enjoy the same rights as to economic, political, cultural, social and family stand points.

Contrary to this, we perceive with anguish and even know that behind the gates of many homes many violent events are born, developed and are conceptualized and interpreted as interfamily violence. This is committed within the pale of the family by one or many members of the family permanently, this causes physical, psychological or sexual damages to other members and lessens the integrity, hurts the personality or family stability, besides; it causes aftermath to the outer part of the family, such as disintegration of social and individual values, the dissolution of family core and increase of delinquency.
In Sancti Spíritus province, this situation, apart from the actions for its prevention and confrontation, it has not been managed and effective prophylaxis. Some misdeeds are reported like menaces, lesions and murders of outstanding connotation and serious consequences and among the people involved there is sometimes a link of kinship which to some extent turns more serious episodes in the interfamily violence. This situation demands the increase of intersectoriality to warranty the strategies pointed out and specifically to warranty the participation of professionals of medical sciences in the strategies related to this issue to define objectives in the impact evaluation and in the process of transformation the current sceneries.
The call is intended for health professionals making use of different use of different legal referring, making them behave in a comprehensive way with the persons individually, with the family particularly and in the communities in general, in the prevention and decrease of interfamily violence.
It urges to root up from our thinking obsolete ideas connected to violence, which may be translated in some occasions it is better not to interfere in other people’s affaire because the right to privacy is violated or the scare of victims to be shelterless when being separated from his or her couple as well as other taboos which make difficult to understand this social and legal phenomenon.
There is a need so to execute more intentionally the actions of the Cuban Health National System defined on this topic as a strategy in the Primary Health Care composed by the family doctor and the family nurse.
These strategies respond to the principles which sustain the Declaration of Alma Ata when defining that health is a state of complete physical, mental and social wellbeing and it is not only the absence of any disease, it is the human right to fundamental things and that the highest levels of health are possible when the social objective is prioritized to everybody and whose realization depends on the actions of other social and economic sectors.
The ethic and systematic fulfillment of the principles which sustains the public health in Cuba demand the promotion of wider and long lasting solutions for the problem of violence. Par excellence, the actions that family doctors carry out must be destined to identify the social problems which affect them and the community, especially interfamily violence, implicit when putting an action.
As experts of medicine and leaders of the community it is necessary to get a performance and to understand that it is not a way to learn to live with violence but to perceive it as a controllable and transformable phenomenon which arises to science to deal with in the intersectoriality.
Let us upgrade with our professional performance the respect culture and comprehension towards the couple, the family to overturn myths and prejudices of the chauvinist subculture.
Let us proceed in a comprehensive way in the protection of legal goods so valuable and socially liked to a person and his/her development like: life, health, integrity, freedom and security.

Let us behave properly so that future generations manage to coexist in family with the capacity and ability to solve conflicts without appealing to violence, assuring in this way his/her wellbeing, health, life quality and as human being make use of rationale and freedom to make a better world.


Key words: violence, family, rights, primary health care


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